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Un barco coruñés debuta este año como el más madrugador en subastar bonitos

“Hemos arriesgado mucho, porque el precio del gasoil está por la nubes”, asegura la armadora del buque, que pone a la venta mañana 2.200 kilos

La rula de Avilés ha logrado salvar la tradición de subastar el primer bonito del año –conocido como el “campanu” del mar– en un año poco favorable para que los armadores más arriesgados se aventurasen a navegar hasta aguas de las islas Azores en busca del apreciado atún blanco, el rey de las pescaderías en verano. Será un barco con base en el puerto coruñés de Cedeira, el “Siempre Peco”, el que protagonice este miércoles la subasta que más expectación genera en todo el año, ésa en la que se han llegado a pagar hasta 350,60 euros –récord vigente– por cada kilo de los bonitos contenidos en la primera tina puesta a la venta en la cancha de subastas de la rula de Avilés.

Una portavoz de la sociedad armadora del “Siempre Peco”, Villar Arribi, S. L., aseguró estar “comida por los nervios” en su calidad de debutante en la subasta del “campanu del mar”. Y esto porque “es mucho lo que nos hemos jugado saliendo a mediados de mayo a por bonitos en las Azores; con el precio del gasoil por las nubes es una empresa incierta y podemos sufrir un quebranto económico importante”. Tantos eran los temores de la armadora que fue la cabezonería del patrón del barco, Julián González Lorenzo, en su deseo de intentar traer los primeros bonitos, la que acabó decantando la balanza. “Es que el año pasado lo intentamos y fue una ruina, muchos días en la mar y no se pescaba nada; este año, al menos, se ha dado bien la pesca”, manifestó la empresaria.

Tan bien como para haber capturado 2.200 kilos, el doble de los que en 2021 puso a la venta el “Gastelugatxeko Doniene”, de Pasajes (Guipúzcoa), propiedad del armador vasco Íñigo Oronoz. Aquella tonelada madrugadora de bonitos la compró la cadena asturiana de supermercados Alimerka, que la donó a entidades benéficas de la región.

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