"Es una pasada ver todas las cosas que se hacen aquí", asegura Luis de Moya Serna, recién llegado de Albacete
09·07·22
La Nueva Rula de Avilés ha vuelto a abrir sus puertas a todos cuantos quieran conocer cómo se trabaja en su interior tras dos años de suspensión de las visitas guiadas estivales a causa de la pandemia de covid. Estas visitas se realizarán a lo largo del verano todos los martes y viernes a las 16.30, hasta el 9 de septiembre.

Costera de turistas en la rula de Avilés
La reanudación de las jornadas de puertas abiertas, ayer, fue todo un éxito: se completó el aforo máximo de 18 personas. Entre los visitantes se encontraba una familia de Albacete de viaje por Asturias. Luis de Moya Serna, el hijo mayor de esta familia, tuvo el honor de ser el primero en probar el juego simulador de la compra de pescado en la lonja: “Me ha parecido una visita muy entretenida, es una pasada ver todas las cosas que se realizan aquí. Además, el juego es divertido a la vez que interesante”. Como nuevo aprendizaje, Moya Serna se lleva el haber sido por unos minutos pujador de pescado.

Costera de turistas en la rula de Avilés
Jorge Juan Fernández y Mar Díaz fueron los guías de la actividad. De acuerdo a Mar Díaz, “la gente no conoce cómo funciona una rula y es una pena, es uno de los sectores más importantes del norte de España e incluso de toda la Península”. Fernández dice ser consciente de que la actividad pesquera se desarrolla entre población “mayor” y que eso puede explicar el creciente desconocimiento que tienen de la misma los jóvenes. Uno de los motivos que fundamentan la opinión de Fernández es el hábito de consumo de este alimento: “En la mayoría de las pescaderías compra gente mayor; los de mediana y baja edad prácticamente no consumen pescado. Pudiera ser que no todo el mundo posee la capacidad para pagarlo o el tiempo necesario para su elaboración en la cocina”.

Costera de turistas en la rula de Avilés
El público asistente a la visita quiso saber cómo había influido la pandemia en la rula de Avilés. Fernández tomó la palabra: “El mayor año de ventas de la serie histórica fue el del covid. La gente regresó al comercio de proximidad y nuestra flota no paró en ningún momento. Es más, respecto al bonito, llevamos tres temporadas brillantes y la sardina se encuentra en proceso de recuperación”.
No obstante, no todo son ventajas en el trabajo en la rula; los horarios de trabajo, por ejemplo, son variables y dependen de la hora de llegada de las embarcaciones. Lo que sí se mantiene constante es la hora de subasta del bonito, la merluza y el bocarte, entre otras especies. Comienza a las 7.00 horas, sigue a las 17.00 y en ocasiones, hasta a las 21.00 horas.
Durante la visita también se trató uno de los grandes tabúes en el mundo de la pescadería: el anisakis. La rula de Avilés cuenta con un proceso de desparasitación de estas larvas muy riguroso y por ello recomienda que a la hora de ir al mercado se haga una compra consciente leyendo siempre la etiqueta, en la que tiene que venir especificada la zona y forma de captura del animal y el nombre de la especie en su forma científica y vulgar. “Cuanta más información recibe el consumidor, mejor”, aseveró Fernández.